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Writer's pictureCEL Chile

El sector privado lidera la nueva carrera espacial

Updated: Feb 18, 2018

Por primera vez, grupos privados le toman la delantera a los gobiernos en la conquista del espacio. De Musk a Bezos, una nueva generación de millonarios ambicionan con colonizar Marte.




En los tiempos de la Guerra Fría, la conquista del espacio era un frente de batalla más entre Estados Unidos y la ya extinta Unión Soviética. Dos contendientes con ideologías antagónicas que se disputaban el liderazgo del nuevo orden mundial, surgido tras el final de la Segunda Guerra Mundial y el lanzamiento de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki. Este enfrentamiento abrió la puerta a la exploración humana del espacio y permitió que, por ejemplo, Neil Amstrong paseara por la Luna en 1969.


Ahora, casi 50 años después de esta hazaña, y justo cuando el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, acaba de anunciar su intención de volver al satélite, el sueño espacial resuena de nuevo con fuerza. El pasado miércoles, la compañía estadounidense Space X, fundada y dirigida por el magnate de Silicon Valley Elon Musk, logró poner en órbita el cohete Falcon Heavy, el más potente del mundo en activo y con capacidad para transportar 64 toneladas.

Space X es la primera empresa privada capaz de lanzar con éxito un cohete de grandes dimensiones. Elon Musk ha invertido 500 millones de dólares en el programa Falcon, que casi se cancela tres veces

FALCON HEAVY


El lanzamiento del Falcon Heavy marca un hito en la carrera espacial por muchos motivos. El principal es que se trata del primer cohete de estas dimensiones que es enviado al espacio por una compañía privada y no por una agencia espacial gubernamental. Hasta ahora, la factura de estas costosísimas misiones corría a cargo del presupuesto de los países. En este caso, ni Estados Unidos ni Rusia ni China, las potencias que han liderado tradicionalmente la carrera espacial, están involucradas en la misión.


Su lugar lo han ocupado una serie de corporaciones privadas, a cuyos mandos están algunas de las mayores fortunas del mundo, que han visto en el espacio un filón para hacer nuevos e inimaginables negocio. Entre ellos figura el fundador de Amazon, Jeff Bezos, quien a través de su firma Blue Origin ensaya el lanzamiento de turistas al espacio. Un objetivo compartido por el británico Richard Branson, propietario del conglomerado Virgin Group, que incluye desde aerolíneas hasta discográficas, y que a través de Virgin Galactic aspira a liderar la conquista comercial del espacio suborbital.


MINERÍA ESPACIAL


Pero hay más. Planetary Resources, dirigida por Chris Lewicki, un exingeniero de la Nasa que participó en las misiones que llevaron a Marte al vehículo Rover, y que cuenta con el apoyo del fundador de Google, Larry Page, quiere explorar la hasta hora inédita minería espacial. Es decir, la explotación comercial de las materias primas que se acumulan en los asteroides. Según cálculos de la compañía, existen más de 16.000 cuerpos rocosos que comparten una órbita similar a la de la Tierra y que, por lo tanto, son susceptibles de ser explotados. De momento, la empresa se ha centrado en la búsqueda de agua. Se estima que hay dos billones de toneladas de este elemento, en forma de hielo, disponibles en los asteroides cercanos a la Tierra.


Pero si las empresas privadas han pasado de jugar un rol subsidiario en la conquista espacial, a hacerse con el papel protagonista, es porque pocos gobiernos están dispuestos a hacerse cargo de las millonarias inversiones que requieren estos proyectos. Cada vuelo del Falcon Heavy le cuesta 90 millones de dólares a Space X, una cuarta parte, eso sí, de lo que hay que pagar por uno del Delta IV Heavy, el segundo cohete más potente del mercado.


En total, la empresa de Elon Musk ha invertido más de 500 millones de dólares en el programa Falcon y, como confesó el propio directivo, éste ha estado a punto de cancelarse en tres ocasiones. De cara a financiar su gran objetivo, la conquista y colonización de Marte en el 2020, la compañía pujará por contratos para lanzar satélites de telecomunicaciones e incluso, como apunta el astronauta Pedro Duque, el primer español que ha viajado al espacio, podría vender sus naves a las agencias espaciales. "El Falcon es una inversión de la empresa (Space X) y por eso lo han diseñado por su cuenta, pero ahora esperarán a que alguien les compre los siguientes y, normalmente, los compradores son las agencias espaciales", señala Duque a EXPANSIÓN.


LOS PROTAGONISTAS


- Elon Musk. El fundador de Tesla, Space X y SolarCity ha logrado lanzar con éxito al espacio el cohete más potente desde que cerrara el programa Apolo de la Nasa.

- Jeff Bezos. A través de Blue Origin, el fundador del gigante del comercio electrónico compite con Musk por ser el primero en poner a los humanos en órbita.

- Richard Branson. El magnate británico ya cuenta con la licencia del Gobierno de EEUU para probar su vehículo espacial, con el que aspira a llevar turistas al espacio.


Fuente: http://www.expansion.com/economia-digital/innovacion/2018/02/13/5a81d0ece5fdeab4608b4585.html

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